lunes, 24 de junio de 2013


     

Ese día fue entretenido, la pasamos en el balneario "El cal y el canto". Acampamos y paseábamos por ese lugar. Al otro día, en la mañana, mientras mi mamá nos preparaba desayuno, yo me preguntaba porque el lugar se llamaría así.
Mi mama me contaba que el cal y el canto significaba que era un monumento de piedra construido con cascaras de huevo. Yo asociaba ese termino con el nombre de ese balneario y por curiosidad salí a recorrer el lugar para ver como era la forma y el tamaño de ese monumento genial que me contaban mis padres.
Yo salí de la carpa y recorrí un sendero super largo y delgado con un canal super hondo que me llegue a marear por el nervio, ya que mis padres no sabían que yo había ido sola. De lo recorrido encontré una reja que me impidió el paso para seguir. Dije:¡ lastima por mi! pero ese mismo instante vi detrás de las ramas y de los arboles un gran puente con el canal que había al lado de ese caminito delgado y estrecho donde yo estaba. Después de que llegara, mi mama estaba preocupada ya que no sabia en donde me metí.
Dije: "En un lugar maravilloso que no creerías". Mi mama me castigo pero no me arrepiento de no haber ido ya que mi curiosidad me brotaba mas y mas.
 Aparte de eso comimos asado, lo que fue muy mal, ya que las avispas nos invadieron el paso y el comer. Ese fue mi ultimo día de vacaciones.

Antonia Carreño González.

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